Luego fuimos a un paraje cerca de Tílcara, llamado Huichaira, donde dormimos al lado de la casa de Doña Felisa, pobladora del paraje que vive solita y cuida la iglesia. Nos trató con mucho amor y apertura. Por la mañana llegaron los chicos y compartimos la mañana de juego.
Siguiendo al norte llegamos a Humahuaca y cerca de ahí a un paraje llamado Hornaditas, en el que hay una escuelita doble jornada. Nos recibieron también con mucho entusiasmo y compartimos la tarde con juegos, merienda y sorpresitas. Muy lindo !!!!!!
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